La comunicación no verbal aglutina una serie de acciones diferentes a las palabras pero de estrecha relación que afectan a tus ventas.
A través de la mirada, los gestos, la postura, la expresión facial, la apariencia personal, la distancia o el contacto físico, lo queramos o no, comunicamos actitudes de aceptación o rechazo, afirmación y confianza, dudas, resentimiento, ansiedad, preocupación y muchos otros mensajes subliminales.
Es importante cuidar nuestras palabras, pero lo es más ser conscientes de nuestro cuerpo y del cuerpo de las personas que están frente a nosotros, ya que a través de él obtendremos información más rica y fiable.
Y ello es una herramienta que debes utilizar y conocer en la venta.
Analicemos un poco los puntos anteriores:
Es decir, la comunicación no verbal desarrolla más funciones que la comunicación verbal, ya que lo acompaña, completa, modifica o sustituye.
Imaginemos una simple expresión como “sí, claro”. Puede comunicar acuerdo o desacuerdo, agrado, desagrado o desilusión dependiendo del tono con el que se diga.
El llanto, la risa, el suspiro, el carraspeo, el bostezo, comunican estados de ánimo en general, como alegría, miedo, nerviosismo, acuerdo, entendimiento, seguimiento de la conversación, etc.
Conocer tus emociones te ayuda a ajustar o modificar tu comunicación no verbal. Aunque en ocasiones desearíamos no haber dicho o hecho lo que nuestra emoción nos obligó, también es cierto que si pudiéramos dejar a un lado las emociones, sería aún peor ya que puede interpretarse como indiferencia o frialdad.
Experimentar emociones, preocuparnos de lo que sucede mientras nos comportamos de forma tal, que ni nosotros ni los demás notemos nuestra emotividad en la expresión, es muy difícil.
Cuando respondemos emocionalmente perdemos las riendas, perdemos la capacidad de elegir nuestro propio aspecto, el tono de nuestra voz o lo que nos vemos impulsados a hacer o decir.
Las emociones se manifiestan de forma espontánea , pero podemos aprender a moderar nuestro comportamiento emocional a través de la comunicación no verbal convertida en desarrollo de habilidades.
Las 6 emociones:
Se ha comprobado que entre el 60 y el 80 por 100 de la comunicación se realiza por canales no verbales. Cada gesto es como la parte de una frase. La diferencia es que, al contrario que el lenguaje verbal, las frases gestuales siempre dicen la verdad sobre los sentimientos y las actitudes de quienes las emiten.
Imaginemos que estás dando una conferencia:
Debemos buscar el espacio intermedio, ni muy próximos a la primera fila, ni muy próximos a la pantalla, busca el espacio intermedio.
La postura que sea natural, en equilibrio, no te recuestes en una pierna y en otra, los movimientos excesivos y agitados trasmiten ansiedad y malestar. Sin embargo si te colocas de pie en el centro del escenario transmitirás autoridad.
Las manos fuera de los bolsillos trasmitiendo serenidad y naturalidad.
Muévete por el escenario, no te quedes inmóvil, pero tampoco lo hagas sin ton ni son, controla tus movimientos.
Establece contacto visual. Sonríe, ya que te permite generar empatía y ganarte al público, mientras que si estás crispado provocarás rechazo.
Una cosa es oír y otra escuchar.
Escuchar es entender, comprender, dar sentido a lo que se oye. Es la habilidad de escuchar no sólo lo que se dice, sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está diciendo.
Debes predisponerte psicológicamente para escuchar.
Observar a la otra persona e identificar lo que dice, lo que siente, sus objetivos.
Hazle saber que le escuchas, bien a través de sonidos, como por ejemplo “ya veo” “claro” como a través de la comunicación corporal: contacto visual, gestos, inclinación del cuerpo…
Métete en su pellejo, escucha sus emociones y entiende sus motivos.
Reproduce lo que has oído para asegurarte que has comprendido lo que te acaban de decir.
Refuerza a tu interlocutor con palabras para trasmitirle que entendemos o estamos de acuerdo con lo que acaba de decir. Muestra empatía lo que no significa que tengas que aceptar la actitud del otro. Simplemente que sienta que eres capaz de ponerte en su lugar.
Resume lo que has escuchado, para informar al otro de tu comprensión.
Se auténtico, con una credibilidad indiscutible y una carencia absoluta de artificio.
Lo que sentimos se refleja de forma inmediata en nuestros gestos, en la forma en que usamos nuestros cuerpos. Así, pequeños cambios, como algunos gestos o expresiones del rostro, modificarán nuestra forma de sentir en cada momento y ello nos llevará a variar la forma en que pensamos y actuamos.
Cada emoción se encuentra directamente relacionada con una fisiología definida, que se refleja en posturas, ritmos respiratorios, expresiones faciales y distintos movimientos.
Por lo tanto es muy importante aprender a agudizar los sentidos y tomar contacto con el cuerpo aprendiendo a usarlo como forma de diálogo con nosotros mismos y con los demás.