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¿Quieres que tu blog de marca funcione?

el blog de marca es para los usuarios

Tu marca, empresa, proyecto o negocio está, probablemente, desaprovechando el montón de beneficios que puede traerle un blog corporativo hecho con pies y cabeza.

Los blogs siguen siendo muy visitados por los usuarios, lo que ofrece unas enormes posibilidades para difundir tu proyecto, mejorar su imagen, crear una comunidad a su alrededor y captar leads. Pero no, no basta con hacer un blog de marca. Hay que hacerlo bien. Y eso exige tener en cuenta algunos aspectos que intentaremos recordarte.

el blog, una enorme posibilidad de difundir tu proyecto

 

¿Para quién se hace un blog?

Debes tenerlo meridianamente claro: el blog no se hace para la marca, sino para los usuarios. Has de conocer a quiénes te diriges y saber qué les interesa para preparar contenidos que les atraigan y conquisten.

 

Son clientes potenciales, pero intenta centrarte en ayudarles y no conviertas tu blog en una simple plataforma de publicidad. Informa, soluciona, inspira y orienta. Hazlo con amenidad y rigor, y los usuarios asociarán tu marca a una página que resuelve dudas y proporciona información valiosa. ¡Una magnífica publicidad! Como el blog de Samu Parra

 

¿Un tono más desenfadado o más profesional?

Transmitir al tiempo frescura y seriedad no es fácil, pero tampoco tan complicado. Incluso en los temas más técnicos se agradece alguna broma de vez en cuando, y lo cierto es que la solemnidad no se lleva demasiado bien con el medio digital.

 

Sin embargo, encontrar el tono adecuado depende de tu tipo del público. No es lo mismo hablarles a unos adolescentes sobre bicicletas de acrobacia que informar a los matrimonios de cierta edad sobre productos financieros, ¿verdad?

 

Cada contexto tiene sus códigos, y resultar natural sin perder credibilidad va a darte muchos puntos, también a la hora de responder los comentarios. En cualquier caso, trata de ofrecer siempre una respuesta y actúa con prudencia y humor si se presenta alguna situación incómoda.

 

Planifica mucho, improvisa poco

Como cualquier acción de marketing digital, construir un blog exige cierta estrategia. Subiendo contenido de forma improvisada y aleatoria estaremos desperdiciando la poderosa herramienta que tenemos entre manos.

 

Esto significa que, además de definir nuestro público objetivo, debemos trabajar determinadas palabras clave y seleccionar indicadores (KPI) que nos revelen qué está funcionando y qué no. La medición y el seguimiento de esos indicadores serán indispensables para rectificar lo que hacemos mal y mejorar lo que hacemos bien.

 

Por otra parte, necesitaremos decidir en qué canales vamos a difundir el contenido que produzcamos, porque no todos son adecuados para todo. Si tu marca se dirige a personas que superen los sesenta y cinco años, es probable que Instagram, con menos de un 2 % de usuarios de esa edad, no sea el mejor altavoz para tu negocio.

 

Publica con frecuencia y regularidad en tu blog

Para fidelizar a una audiencia debes cumplir sus expectativas, y no lo harás si publicas un post estupendo y después desapareces durante tres meses. Hay pocas cosas peores que un blog descuidado porque transmite desidia y escaso interés por el usuario.

 

Intenta fijar un calendario de publicaciones y respetarlo. Pero antes será buena idea que hagas algunas pruebas, programando las publicaciones para ciertos días y comprobando en qué momento de la semana funcionan mejor los contenidos que ofreces. ¿Recuerdas que te decíamos que había que medirlo todo?

 

Escribe más para las personas y menos para los buscadores 

A Google le gustan los artículos que tienen cierta extensión, por lo que redactar unas 1000 palabras es un buen comienzo para que el buscador se fije en ti. Pero, a fin de cuentas, no escribes para Google, sino para tu público, así que tampoco se trata de engordar artificialmente los contenidos. Si hacen falta 3000 palabras, adelante, y si son suficientes 800, que sean 800.

 

Como se trata de textos relativamente largos, incluir un índice resultará útil a los usuarios que quieran hacerse una idea general y también a los que prefieran acceder a una parte concreta del artículo. Tampoco olvides emplear en títulos y subtítulos el formato que corresponda (h1, h2, h3…) para que los contenidos estén ordenados correctamente y estructurados con claridad.

 

Además, por supuesto, has de seleccionar temas atrayentes y verificar la información. Es algo que requiere su tiempo, pero sirve para marcar distancias con multitud de blogs que ofrecen materiales rutinarios y poco trabajados.

 

Ya solo te queda cuidar la redacción (no pierdas el trabajo que has hecho por culpa de la pobreza expresiva o los errores de escritura) y dosificar la información interesante a lo largo de todo el post.

 

Por último, si en determinados artículos incluyes una llamada a la acción, comprobarás que un blog puede aumentar de forma sorprendente la efectividad de ese recurso.

 

¿Necesitas títulos llamativos?

Necesitas, al menos, que no resulten anodinos. Intenta además que se acerquen a los 60 caracteres, sin superar los 65 si no quieres que aparezcan cortados en las búsquedas.

 

Sobre cómo llamar la atención con los títulos encontrarás numerosos consejos, pero quizá hacer lo que todos hacen no sea buena forma de distinguirse. No renuncies a tu personalidad y vigila las tendencias, pero solo de reojo… Eso sí, asegúrate siempre de que contenido y título se corresponden, porque si el visitante no encuentra en el post lo prometido por su título se irá, y pronto te verás con una elevada tasa de rebote.

 

Mil palabras y una imagen

Como usuario sabes que una imagen aumenta notablemente el atractivo de cualquier contenido escrito. Existen bancos de imágenes con material visual que no plantea problemas de derechos, pero el que incluyas en un post no debe ser demasiado pesado. Podría ralentizar la carga de la página y el internauta, por lo general, tiene muy poca paciencia. Esos segundos de más pueden hacerle volar a otro sitio.

 

Mantenlo bonito y prueba cosas diferentes

A ese impaciente internauta le atrae lo visual, así que un buen diseño web hará que se quede a curiosear en tu blog. No hay que obsesionarse con las novedades estéticas, pero sí conviene introducir algún pequeño cambio de vez en cuando. Que se vea que el blog está vivo.

 

Por último, también tú debes curiosear. Observa qué hay en la competencia y en otros blogs, y no temas experimentar. No hablamos de buscar la extravagancia, sino de probar unas y otras posibilidades para encontrar tu sitio, tu voz y tu personalidad en la web. Los usuarios lo notarán y tu proyecto lo agradecerá.

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