La transformación digital nos ha llevado a un nuevo lenguaje de comunicación y de esto no hay duda.
¿Cuál fue el primer gran progreso a partir de la electricidad? Un artefacto de comunicación: el telégrafo. En Australia, que por aquella época tenía solo 70.000 habitantes y dependía del servicio postal, este invento fue incluso más importante que las rutas.
Hoy, un millenial solo conoce los telégrafos si mira películas del viejo oeste. «¿Qué es el código morse?», puede llegar a preguntarse un adolescente. Aunque pueda sonar a ignorante, está en todo su derecho: lo mismo le pasaría a alguien del siglo XVIII si se sometiera al nuevo lenguaje de comunicación experiencial. ¿Twitter? ¿Snapchat? ¿Instagram? Serían palabras totalmente extrañas.
Para entender el nuevo paradigma comunicacional y la transformación digital, es indispensable saber lo que sucedió antes. Desde las señales de humo hasta la piedra, desde el teléfono hasta internet. También podemos recordar la botella, la imprenta, la paloma mensajera o el fax.
Algunos, como la radio y la televisión, siguen teniendo una relevancia significativa. Pero ¿cuáles son las ventajas de los medios de comunicación actuales?:
Así mismo, también hay desventajas:
Según lo explica el sitio de la IEB School, una estimación de la consultora IDC afirma que el 66% de las empresas tienen como clave la transformación digital, dentro de su plan de negocios.
La digitalización básicamente, aporta:
Si tu equipo de trabajo cuenta con estas herramientas y formas de pensar, el resultado de la transformación digital será mucho más rápido.
Tal como lo explica la IEB School, en primer lugar:
El problema de esta transformación digital, es que, si una empresa no la adopta, corre el riesgo de caer en «grandes pérdidas económicas». Así lo explica el sitio Snoop Consulting, que también narra la importancia de que cada compañía desarrolle un plan estratégico según sus propios requerimientos. Es decir, no es lo mismo una compañía encargada de desarrollar sistemas informáticos, que una que se dedique a la agricultura.
Lo que todas las industrias tienen en común es que necesitan adaptarse, sin falta, a esta comunicación interactiva.
1.-Ten en cuenta la seguridad del negocio. Usa software que proteja la información que se envía y se recibe en la compañía. Sin llevar a cabo esta medida, será imposible avanzar a los siguientes ítems.
2.-Contrata el hosting adecuado para tu tipo de empresa. Aunque no te lo creas no todas las empresas saben que hosting contratar y de él depende que tu página web esté en línea, cargue rápido y sus visitantes estén contentos.
3.-.Incorpora los servicios de «nube»: los hay desde WeTransfer hasta Google Drive, y nos permiten guardar automáticamente nuestros documentos financieros o estratégicos. De esta manera, no tendremos que preocuparnos por realizar backups manuales -aunque siempre son bienvenidos-, ni de cifrar manualmente la seguridad.
4.-Aplicar el «internet de las cosas«. Nos permite contar con un stock organizado, con inventarios actualizados y con la posibilidad de ver los progresos que el negocio hace en tiempo real. Es lo que, en el lenguaje millenial, se conoce como «internet 4.0».
5.-Agregado de inteligencia artificial. Muchos procesos ya pueden realizarse de manera automatizada, sin la necesidad de que una persona se ocupe específicamente de ellos. Para eso, tendremos que tener un contacto fluido con los empleados, y explicarles que no los estamos reemplazando: simplemente les estamos ayudando con su tarea.
6.-Redes sociales. Facebook, Twitter, Snapchat e Instagram nos permiten tener un contacto fluido con el cliente. No importa el tipo de negocio que poseamos, ni la rama en la que se encuentre. Si encontramos la forma de atrapar al público, seguramente tendremos más ventas.
También podrás saber lo que piensan sobre tu empresa, en tiempo real. Plataformas como Facebook nos ayudarán a tener una comunicación interactiva muy fluida con nuestros potenciales clientes, usando un lenguaje audiovisual correspondido al de ellos.
Además, en redes como YouTube puedes subir un vídeo cada vez que quieras promocionar un producto, o un micro vídeo en Instagram. Nunca debes olvidar que la atención en internet es mucho más limitada, por lo que nuestros sistemas de comunicación tienen que estar bien acreditados y no ofrecer información demasiado compleja ni sin sentido. ¡Otro punto para los vídeos interactivos!
7.-Accesibilidad del usuario. Debemos pensar siempre en el otro, que fundamentalmente es nuestro posible cliente. No es recomendable que te centres simplemente en un tipo de público, porque estarás perdiendo un segmento igual de atractivo. Tienes que recordar que muchos internautas accederán a tu sitio desde el metro u otras variedades de transporte, por ejemplo; mientras que también habrá abuelos que ingresen desde su ordenador, en la casa de un nieto.
8.-E-Commerce. Nunca es tarde para sumarse a este tipo de plataformas. Una vez que poseas una imagen definida y unas redes sociales acordes a tu reputación, podrás crear tu propio sitio web, en donde vender los artículos o servicios. Esto te permitirá estar a tono con todo lo que suceda, conocer a tus competidores, saber en qué momento se venden más productos – recordando que tu sitio es una vidriera abierta las 24hs -, y mediante el registro de los clientes, conocerlos y ofrecerles los bienes y servicios que más se ajusten a sus necesidades.
Nos dirigimos a un mundo en el que todo es cada vez más cuantificable y en el que la imagen y la comunicación juegan un papel fundamental.
Puede que parezcan estrategias difíciles de aplicar, pero no hay nada más alejado de la realidad: una vez que te sumerges en el lenguaje audiovisual y en su transformación digital, es imposible que te eches atrás. ¿Qué tienen en común estas tácticas con el telégrafo, las señales de humo y las escrituras en las piedras? ¡Absolutamente todo!
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